El Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA), en coordinación con la Asociación Semilla Nueva y bajo el liderazgo del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), introdujo el híbrido de maíz CENTA BIOFORTIC, un cultivo que combina cualidades nutricionales con resistencia a condiciones adversas del entorno agrícola.
Durante un día de campo realizado el 9 de abril en el municipio de Sonsonate Centro, más de 200 agricultores conocieron de primera mano las características agronómicas de este nuevo híbrido, que ha sido objeto de más de cuatro años de investigación, según explicó Mario Parada Jaco, gerente de Investigación del CENTA. El funcionario señaló además que se han instalado más de mil parcelas demostrativas en fincas a nivel nacional como parte del proceso de validación.
El maíz CENTA BIOFORTIC contiene micronutrientes como hierro, zinc y vitamina A, lo que lo convierte en una alternativa para mejorar la alimentación en comunidades rurales. David Dávila, coordinador de la Alianza Estratégica de Semilla Nueva en El Salvador, subrayó que la fortificación del grano responde a la necesidad de diversificar la dieta de los productores agrícolas.
Desde el punto de vista agronómico, el híbrido se adapta a terrenos con altitudes entre 0 y 1,500 metros sobre el nivel del mar. Posee una estructura de planta uniforme, con alturas que varían entre 2 y 2.4 metros y una mazorca que se ubica entre 1.3 y 1.4 metros. En campo, la disposición de las semillas requiere una distancia de 40 cm entre plantas y 80 cm entre surcos, produciendo entre 16 y 18 hileras por mazorca.
Agricultores como Denis Elizabeth Hernández y Hugo Armando Hernández, que participaron en las pruebas demostrativas, compartieron su experiencia con este híbrido. Ambos resaltaron su textura, coloración del grano —blanco cremoso— y su alto rendimiento. Hugo Hernández, además, señaló que su manejo es económicamente viable, ya que requiere menos insumos para cubrir una manzana y permite obtener un rendimiento promedio de 95 quintales por esa misma área.
El grano denso y nutritivo también favorece la elaboración de alimentos tradicionales como tortillas, atoles y bebidas, por lo que se proyecta como un apoyo relevante a la seguridad alimentaria y nutricional, de acuerdo con las autoridades del proyecto.
El CENTA recomendó almacenar el grano en condiciones secas y protegidas contra plagas para conservar su calidad después de la cosecha.