Por Carlos F. Imendia.
Llegó a mis manos, un regalo preciado, un nuevo libro, casi salido del horno, o como cuando uno está tostando una tortilla en la cocina y la va llevando de un lado al otro para no quemarse y la pone en un plato, así de caliente, oportuno, de manos del poeta y escritor Carlos Clará, el amigo heredado, Carlos es hermano de Ricardo Clará (QDDG) un viejo amigo de los años 90s que falleció en la pos guerra muy joven.
Esta obra literaria, de escritores y periodista jóvenes, astutos, se titula: San José Guayabal, la rebelión de la alegría. El alcalde Mauricio Vilanova y el pueblo que venció a las pandillas en El Salvador.
Un personaje que en las próximas décadas quedará fundido en las páginas de nuestra historia patria contemporánea. Y cuyo heroísmo despertará aún más la atención de las nuevas generaciones. El hito del alcalde Vilanova es ser pionero, por medio de su entrega y amor a su pueblo y su gente, que en las épocas oscuras, más sangrientas y fatales como el año 2015 bajo la administración de Sánchez Cerén, San José Guayabal era un oasis de paz y la criminalidad no podía poner la mugre de la uña en una acera del municipio, eso fue lo grandioso y esperanzador de este histórico personaje. El cual siempre recordaremos literalmente con las botas puestas, empuñando la esperanza y abanderando a los salvadoreños buenos y honestos.
El Libro de Carlos Clará y Salvador Sagastizado , publicado por Índole Editores (ÍE) , es de una riquísima y detallada crónica, minuciosa información , detalle científico, policial e investigativo, estudioso de este fenómeno que sucedió en épocas críticas (Desde la posguerra) y que se sostuvo hasta la actualidad, cuando también nuestro país entró a la transformación de cerrar el grifo de la sangre y el dolor con el actuar oportuno y decisivo de Bukele y su gabinete de seguridad (Algo que la población se lo agradeció hasta su reelección)
El libro de la rebelión de la alegría, nos demuestra que siempre existirá en medio de una década, por muy cruenta que sea, un salvadoreño que va a transformar contundentemente la realidad de su comunidad y no existirá fuerza oscura y desafiante que pueda tumbar esa entereza y carácter.
Su contenido y relato motiva a no parar la lectura, yo lo llevo pausado –como se lo conté a su autor– y aprovechando el momento idóneo para leer, mientras estoy en el entreno deportivo de mi hija , los que pertenecemos a esta generación , que es la misma de Carlos Clará, ya hemos vivido la dolorosa transformación de la posguerra, y ver surgir escenarios y situaciones abominables producto de una sociedad desmembrada, enferma y que naufraga en la desigualdad social, leer es volver a vivir, a recordar esos tiempos, pero también valorar lo que es leer dicho libro en tiempos de paz, mientras resuenan la alegría de jóvenes jugando sin temor.