Rusia prosigue con su plan de apropiarse por la fuerza del 40% del territorio ucraniano, habiendo hasta hoy conseguido arrebatar menos del 20%, debiendo a su vez vencer a la OTAN antes del 2028, cuando las predicciones demográficas le impedirían enrolar suficientemente jovenes en las fuerzas armadas.
Las cifras oficiales de los daños producidos por la violencia desatada por estas "maras", han producido el desplazamiento interno forzado de unas 174.000 personas