Tanto el Ministerio de Medio Ambiente como la Dirección General de Protección Civil han adelantado que el huracán “Beryl” traerá lluvias intensas y temporales a El Salvador a partir del próximo jueves.
Impacto en El Salvador
El ministro de Medio Ambiente, Fernando López, explicó que aunque el huracán no impactará directamente en el país y podría degradarse a una categoría más baja al acercarse a Centroamérica, se espera una influencia considerable en forma de lluvias intensas y prolongada: “Prácticamente todas las tardes y todas las noches, a partir del jueves por la noche, podemos tener influencia del huracán que estará ubicado en Honduras”. Además, añadió que, aunque la trayectoria del huracán se mantiene lejana, las condiciones actuales indican una alta probabilidad de lluvias persistentes durante el fin de semana.
Por su parte, el director de Protección Civil, Luis Amaya, detalló que el monitoreo conjunto con el Ministerio de Medio Ambiente ha mostrado que el cono del huracán podría llegar hasta Belice y la costa atlántica de Honduras, extendiendo su influencia a El Salvador. “Hemos estado monitoreando… indudablemente alcanzaría una distancia muy amplia, entonces esa misma situación va a provocar que en algún momento genere un arrastre de humedad desde el Pacífico”, dijo Amaya. Los modelos meteorológicos sugieren que entre el jueves y el viernes se podrían registrar entre 200 y 250 milímetros de lluvia.
El ministro López también señaló que, aunque “Beryl” podría degradarse a una categoría más baja al acercarse a Centroamérica, las lluvias intensas persistirán. Además, informó que el resto de la semana habrá precipitaciones, principalmente por las tardes, como consecuencia de la disolución de la tormenta tropical Chris en México.
Situación Regional
Actualmente, el huracán “Beryl” ha alcanzado las Antillas Menores, lo que ha llevado a la isla de Tobago a declarar un estado de emergencia y a sus islas vecinas a mantenerse en alerta máxima. La trayectoria del huracán muestra que podría extender su influencia hacia la costa atlántica de Honduras y Belice, lo que incrementa el riesgo de lluvias intensas y tormentas en toda la región.
