Hay que entender esta medida, como una respuesta política del gobierno frente a la emboscada que ARENA-FMLN-Parker, le vinieron configurando en los últimos meses.
Quieren dejar al gobierno sin capacidad de maniobra financiera, reducido en su imagen externa y sin instrumentos legales para enfrentar la pandemia; en una crisis, que no sólo es un tema sanitario, es un tema financiero, económico, social, cultural, ambiental y sobre todo política.
Su pretensión es clara, evitar que el gobierno tenga éxito en la gestión de la pandemia. Por eso, han creado un gobierno a la sombra, integrado por eminencias, non plus ultra, excelsos iluminados, avaladores de la teoría del rebaño, que torpedea cuál visceral enemigo, los esfuerzos por salvar vidas, eludiendo su propósito ulterior: quieren, que las máquinas funcionen sin importarles la seguridad, la salud, la vida de los trabajadores y sus familias.
Estos sectores, quieren, antes de febrero próximo, llevar a Bukele, al juicio político de destitución, por “supuestos”, desacato o usurpación de funciones, por opacidad, por salud, por no dejarse ayudar, por tomar medidas que atentan contra la sagradísima libertad empresarial, por no seguir el guion de decir lo políticamente correcto. Y otros variados argumentos.
Este capítulo, se expresa, como vemos, en hechos e instrumentos legales y se resolverá, conforme la actual correlación legislativa y judicial y el papel de los factores externos. Eso explica, la respuesta del Fiscal General; y, es entendible, ya desde anoche, la respuesta de los despachos jurídicos (vean las declaraciones a la media noche, brindadas a canal 33, por los abogados Saéns y González y el tweet colgado por el Diputado Parker, leído en ese espacio).
Pero, en el fondo, no hay que perder de vista que esto sólo es un pulso entre las fuerzas en confrontación a nivel global, las que están a favor de la vida contra los que están a favor del capital.
La pelea es larga, compleja y en todos los frentes. Particularmente, considero que no debemos olvidar el porqué de una lucha, que el antibukelismo, no nos ciegue. El enemigo, es la exclusión y la indiferencia por la vida que la oligarquía y sus grupos fácticos quieren mantener.
No es un problema de sí a la democracia, es un problema de democracia para qué. Como no es también, un choque de Órganos de Gobierno, es un choque de bloques de poder en disputa por la hegemonía; para lo cual, configurar una nueva mayoría es clave, por eso, es que quieren evitar que Bukele y los suyos, ganen la mayoría legislativa, porqué, esa nueva correlación puede cambiar los marcos legales que permitan una nueva generación de políticas públicas, para el bienestar y progreso de las mayorías. Esto es lo que está en juego.
Para edificar un mejor país, sabemos que se requiere:
Y, sobre todo, un fomento amplio de la organización popular. Por eso, la reacción oligárquica, tienen miedo que algunas de estas cosas se realicen.
Estamos frente a una oportunidad de la refundación nacional. Pero, esto, debe pasar a ser un proyecto político de los ciudadanos y de los sectores populares.
El Salvador post COVID 19, nos permite re-diseñar un país mejor, con una nueva normalidad.
Esta pandemia, nos deja un reto por delante, primero no perder la esperanza por un país mejor, por una sociedad más justa, más solidaria, más humanizada. Luego, nos abre la puerta a re diseñar el futuro, con nuevas bases, con nuevos instrumentos, con una nueva arquitectura, con lecciones aprendidas, con nuevas formas de convivencia, con una aceptación de la ciencia, con una fe renovada, en general con una nueva normalidad.
Finalmente, hay que asumir, que, si no actuamos progresistamente, nuevamente, como en los 200 años transcurridos, enfrentaremos un nuevo conflicto social.