martes, 29 abril 2025

Amos de casa

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"Una de las transformaciones más notables (en la sociedad) es el surgimiento de los hombres amos de casa": Margarita Mendoza.

Por Dra. Margarita Mendoza Burgos.

Por siglos, la sociedad ha impuesto roles de género rígidamente establecidos: hombres como proveedores económicos y mujeres como responsables del ámbito doméstico. No obstante, las recientes décadas han presenciado una ruptura y reconfiguración significativa de estos patrones tradicionales. 

 Una de las transformaciones más notables es el surgimiento de los hombres amos de casa, una tendencia que no solo refleja cambios económicos y sociales, sino también una interesante evolución cultural.

En el ámbito laboral y profesional actual, muchas mujeres no solo han logrado integrarse plenamente, sino que en numerosas ocasiones superan económicamente a sus parejas masculinas o incluso se convierten en las únicas sostenes del hogar. Cuando hay hijos, ellas asumen frecuentemente la responsabilidad de satisfacer todas las necesidades familiares. 

Incluso en parejas sin hijos donde ambos trabajan diariamente, los hombres han tomado conciencia, gustosos o no, de que deben contribuir a las tareas domésticas, las cuales ya no son asignadas exclusivamente a las mujeres bajo la anticuada percepción de ser el “sexo débil”.

En países más desarrollados, donde existe mayor dificultad para contratar personal doméstico, todos los miembros del hogar participan en las tareas del mismo, sin distinción de edad o género. Esta realidad, que observamos a través de las redes sociales o por experiencia directa al vivir en dichos países, va permeando gradualmente en la cultura y generando una transformación significativa. 

De hecho, en 2003 un total de 89.000 hombres se dedicaban a hacer de amos de casa en España. Una cifra que ha ido en aumento y ya en 2023 se ha multiplicado por 5 llegando a los 445.000 hombres con esta función

Históricamente, la mentalidad machista ha considerado las labores domésticas como responsabilidad exclusiva de las mujeres. Esta asignación de roles se mantenía incluso cuando los hombres no contribuían económicamente al hogar, justificándose únicamente por su condición de “varones”, privilegiando así su género por encima de una distribución equitativa de responsabilidades.

El surgimiento de los hombres amos de casa también ha sido un golpe importante contra los estereotipos de género. Ha demostrado que la masculinidad no está ligada exclusivamente a la fuerza física o al éxito financiero, sino que puede expresarse en la paciencia, la empatía y la responsabilidad cotidiana. Esta redefinición no solo beneficia a los hombres, sino que abre caminos para relaciones más igualitarias y respetuosas entre géneros.

En Centroamérica, todavía se requiere mayor concientización, comenzando por las propias madres y otros miembros femeninos de la familia, quienes involuntariamente perpetúan patrones tradicionales. Es necesario entender que la participación masculina en las tareas domésticas no constituye una “ayuda” sino una colaboración legítima, puesto que el hogar y sus responsabilidades pertenecen a todos sus integrantes por igual.

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Margarita Mendoza Burgos
Margarita Mendoza Burgos
Titulaciones en Psiquiatría General y Psicólogía Médica, Psiquiatrí­a infantojuvenil, y Terapia de familia, obtenidas en la Universidad Complutense de Madrid, España; colaboradora de ContraPunto

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