Tras la muerte de Samuel, un niño de 10 años que falleció a causa de una bala en el tórax la noche del martes en la Comunidad Adesco Flores, en Ilopango, San Salvador, el jefe de la Subdelegación de la Policía de Ilopango, Ricardo Carillo, dijo este miércoles que según información preliminar, el proyectil que impactó al menor no pertenece a ninguno de los agentes.
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Carillo aseguró que se encuentran investigando el hecho desde entonces. Hasta el momento han logrado identificar que alrededor de las 6:00 de la tarde, unos pandilleros se encontraban en la comunidad y al percatarse de la presencia policial comenzaron a huir. Esa persecución originó un enfrentamiento entre agentes y pandilleros, quienes abrieron fuego en la zona y al pasar por donde los niños jugaban, la bala cayó sobre el menor.
Carrillo negó “preliminarmente” que agentes sean los responsables de la muerte de Samuel y pidió tiempo para esclarecer el caso ante la Fiscalía General de la República (FGR).
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Por su parte, David Munguía Payes, ministro de Defensa, aseguró que el grupo de agentes que participó en el enfrentamiento se encuentra detenido hasta que finalice la investigación y se establezca quienes fueron los responsable de asesinar al niño.
Ayer, residentes de la comunidad dieron a conocer su indignación por la muerte de Samuel y responsabilizaron a los policías de la Sección Táctica Operativa (STO) de hacer cometido el delito y pidieron a la FGR y a la Procuraduría de los Derechos Humanos para que investiguen el caso.
